NOCHEVIEJA.

Este año hemos celebrado la entrada al 2008 en nuestro pueblo preferido de Cuenca, donde tenemos la casita. Hemos disfrutado mucho los días que hemos estado allí desconectados. Vinieron a pasar con nosotros la última noche del año nuestro sobrino, Víctor y su novia, Sheila. Casi a las doce de la noche, después de cenar, nos fuimos a comer las uvas a la Plaza del Ayuntamiento, donde estaban los atrevidos a los que no les importó salir al gélido exterior. El ayuntamiento invita a uvas, cava y después a la verbena que se prolonga toda la noche, hasta que el cuerpo aguante. Como vereis tenemos la nariz roja y es que hacía muuuuuuucho frío...